03 abril, 2007

AUSTERIDAD: ALGO MÁS QUE UN ESLOGAN

ARTÍCULO DE OPINIÓN PUBLICADO EN LA TRIBUNA DE EL DIARIO HOY.
Por Víctor M. Casco Ruiz, candidato a la Presidencia de la Junta
LA Asamblea de Extremadura vivió un día triste en su última sesión plenaria. Con los votos del Partido Popular y del Partido Socialista, y con la oposición de los diputados de Izquierda Unida, se fraguó ese «atraco a mano armada a los ciudadanos», en expresión de Teresa Rejas, que significa el Estatuto del ex Presidente de Comunidad Autónoma de Extremadura.Quienes han ostentando la Presidencia de la Junta -hasta el momento sólo cabe hablar de Juan Carlos Rodríguez Ibarra- podrán cobrar durante la mitad del tiempo que duró su mandato el 80% del sueldo de presidente y al finalizar este tiempo, el 60%. Por poner números y para clarificar al ciudadano y ciudadana: durante 12 años nuestro actual presidente podrá disfrutar de 5.000 euros todos los meses y después jubilarse con una pensión de 3.800 euros. Además, podrá contratar libremente (pagando la Asamblea de Extremadura) al menos a tres trabajadores, disfrutará de coche oficial y chofer, de locales, de dietas por desplazamiento, de seguro de vida, de pensión de viudedad, de incorporación, en cualquier momento, al Consejo Consultivo de Extremadura y del tratamiento perpetuo de 'presidente'. ¿Alguien puede entonces sorprenderse de que cada vez sean los ciudadanos y ciudadanas más escépticos para con sus representantes políticos?
En este país hay que cotizar durante 15 años seguidos para cobrar una pensión que de media se sitúa en los 600 euros mensuales, 570 en Extremadura. Durante estos últimos 20 años, los Grupos Popular y Socialista en el Congreso de los Diputados han acometido sucesivas reformas de las pensiones que se traducían en un aumento de los años de cotización y una pérdida de derechos para los trabajadores y trabajadoras. Y esos mismos políticos se ponen de acuerdo para aprobar reformas laborales que también van en detrimento de nuestros derechos y esos mismos políticos aprueban sin complejos privilegios económicos y sociales para quienes ejercen algún tipo de responsabilidad pública: los diputados en el Congreso pueden jubilarse con la máxima pensión, los altos cargos de la Junta, si son funcionarios, se pueden incorporar a su trabajo con un complemento salarial... para toda la vida, y ahora quienes ostenten la Presidencia de la Junta se pueden retirar sin problemas de ese terrible mundo que es la selva del mercado laboral donde penamos el 98% de los españoles y españolas.
Al presidente del Gobierno le preguntaron cuanto cuesta un café y por su respuesta -80 céntimos- pudimos comprobar que muchos de nuestros máximos responsables viven en otra galaxia. Ellos no tienen por qué comprar el pan todos los días, ni comprobar cómo afectan a las familias las subidas de precios y desde su óptica es incomprensible que en este país los trabajadores tengan problemas para llegar a fin de mes. Ibarra nunca se pondrá en la piel de un taxista, de un albañil, de un peluquero, de una maestra, de una trabajadora del campo, de un proletario y una proletaria porque Ibarra no sabe lo que es llegar a fin de mes y no se tiene por qué preocupar de su cotización a la Seguridad Social. La vida la tiene resuelta, aprobando leyes que le privilegian al mismo tiempo que se aprueban leyes que restringen los derechos laborales y sociales del resto de la sociedad.
Con leyes como las aprobadas en el Parlamento regional por la pinza PP-PSOE crecerá la abstención y el descreimiento. Y a quienes formamos parte de la política pero nunca, jamás, podremos justificar ni votar por ese estipendio del dinero público para una minoría sólo nos queda luchar con todas nuestras fuerzas contra esa injusticia.
IU votó contra el complemento vitalicio para los altos cargos, contra la jubilación de oro de los diputados y contra la jubilación de oro de Ibarra. Son el Partido Popular y el Partido Socialista los responsables de la misma.
Pero mientras en este país un o una albañil, un o una maestra, un o una taxista, no pueda irse con decoro, con dignidad, con un salario respetable, con una jubilación justa, con una vida resuelta, mientras eso no se dé, algunos no podemos sino situarnos radicalmente en contra de ese estado de cosas y luchar hasta el último aliento por cambiarlo.
Una vez vi un cartel en Argentina con el que me identifiqué inmediatamente: sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente.
Y por eso desde hoy me comprometo, y comprometo con este acto a IU-SIEX, si los ciudadanos y ciudadanas nos otorgan su confianza, a retirar de inmediato dicha Ley aprobada de ex presidentes en la próxima legislatura.

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